DESCRIPCIÓN DE MI MAESTRO IDEAL.
Creo que para hablar del maestro ideal, sería necesario
hablar de personas que tuvieran ilusión y además vocación.
Por un lado ilusión porque un maestro con esta cualidad
para mí, es un docente que motiva a los niños y que tiene ganas de dedicarse a
la enseñanza, que lo vive.
Por otro lado, que tenga vocación, porque creo que esta
profesión sólo la resisten personas que tengan vocación, porque es una de las
profesiones más completas que existen, ya que los docentes a demás de ser
maestros, también hacen de enfermeros, investigadores, mediadores, amigos,
contables( dinero para organizar excursiones), dietistas(fomentan la
alimentación saludable), etc...
Por su puesto, un buen maestro ha de tener una iniciativa
de formación continua, de acuerdo con las nuevas necesidades que aparezcan a lo
largo de los años. Un maestro que tiene en cuenta a sus alumnos, los respeta,
los guía, orienta y motiva, que tiene un punto de vista democrático, para mí
sería un buen maestro.
Unido con el anterior punto, otras características esenciales,
serían la manera de tratar a las familias y los alumnos, el comportamiento
hacia ellos, la capacidad de comunicación, la empatía hacia todos y el cariño y
la cercanía hacia los niños y sus familias serían características muy valoradas
a mi parecer.
La diversidad de las aulas sería otra característica
importante, ya que un maestro ideal, no sólo ha de tener en cuenta a los nenes
con alguna dificultad o necesidad, sino que ha de tener en cuenta a cada niño
porque cada uno es único y especial.
Y por último la capacidad del trabajo en equipo, sería otra gran
característica, ya que la capacidad de relacionarse con el equipo de centro es
de vital importancia para mostrar una escuela viva, para tener una proyección
de futuro y para mejorar en todos los aspectos educativos y personales.
DESCRIPCIÓN DE MI ESCUELA IDEAL
Yo me imagino una escuela ideal, cuando pienso en un
centro donde los espacios que allí se muestran nos comunican sensaciones y
emociones por sí solas, donde las paredes nos hablan de lo que allí sucede en
su día a día, donde el ambiente que vemos es de esfuerzo y dedicación. Donde se
huele a escuela y a trabajo bien hecho, donde los niños disfrutan aprendiendo y
sobre todo un lugar donde podemos palpar la ilusión de docentes, familias y
niños. Una escuela donde físicamente podemos encontrar aulas amplias con una
iluminación natural suficiente, con material diverso para poder provocar
aprendizajes y nuevas experiencias. Para mí una escuela ideal es la que invita
todos los días a las personas que allí realizan su labor, a continuar con sus
trabajos disfrutando con lo que allí se hace. Una escuela abierta a los nuevos
cambios sociales, un centro educativo que defienda la inclusión, donde se respete
la diversidad del alumnado y del profesorado, donde cada persona tenga su lugar
y su aceptación. Una escuela que forme parte del pueblo, de las familias y que
invite a todos a la participación y al crecimiento de sus niños en un ambiente
saludable y democrático.
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